Publicado el 6 de febrero de 2017 | METRO PR
Por Dennis A. Jones
Hay cosas que no cambian… y si son cosas buenas, qué bueno que no.
El senador independiente José Vargas Vidot continúa con su labor humanitaria en favor de los deambulantes a pesar de haber ganado un curul en la Cámara Alta con el mayor número de votos.
Y es que ante el resultado del pasado 8 de noviembre, asegura, no ha cambiado en nada su misión de legislar en favor de los sin hogar y por ello continúa, tal y como hizo el sábado pasado, rompiendo noches para dar frisas y apoyo médico a los deambulantes, una labor que viene realizando hace más de dos décadas.
“Estos momentos de la calle son las que rejuvenecen el alma, son los que me permiten que mi corazón se seque y que me reenfocan en lo que verdaderamente fui hacer al Senado: trabajar por la gente que ha sido abandonada, la gente que la sociedad ha decidido desechar”, afirma Vargas Vidot, mientras suministraban jeringuillas nuevas a un adicto.
Pasada la media noche, Metro acompañó al salubrista a un recorrido por algunas áreas de San Juan y de Carolina donde, en compañía de enfermeras y voluntarios, ayudaba a deambulantes.
“Este señor fue por el único que yo me levanté a votar fue por él. Decían que cuando él ganara no lo iban a ver por ahí. Y mira, ganó y mira donde está y antes de ser político también estaba por ahí amaneciéndose con nosotros”, dijo Luis Antonio Pérez González, un deambulante de la zona de Río Piedras para quien el rostro de Vargas Vidot no le he desconocido.
“Una vez pueda sobreponerme a la cantidad de proyectos que son de administración y que llaman la atención de todo el que está alrededor, entonces puedo comenzar a trabajar los más de 25 proyectos que están escritos y que van dirigidos precisamente a atender las necesidades de las personas abandonadas, gente con problemas de alzhéimer, diálisis, educación especial, ex convictos, y sobre todo a desarrollar un programa nacional de deambulancia”, manifestó.
Sobre si podrá llevar el mensaje, Vargas Vidot contestó que “sí, tengo cuatro años y cuatro años se van rápido, pero si la gente en la calle me ayuda, si no nos traicionamos en términos de la conciencia, sé que luego que pasemos la noche oscura de la política anticipada entonces entraremos a atender la cotidianidad, el diario vivir de la gente que ha caído en la invisibilidad
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