Publicado el 16 de noviembre de 2018 | El Vocero
Por Ayeza Díaz Rolón
Convocadas por el Senado, entidades sociales y académicas ofrecen servicios y dan alimentos a personas sin hogar y a otros grupos vulnerables como preámbulo al Día de Acción de Gracias
Normalmente el lado norte del Capitolio en San Juan es la escena de múltiples protestas de pueblo por las gestiones que realiza el gobierno de Puerto Rico, pero ayer se transformó en un colorido espacio de solidaridad para decenas de deambulantes y otras poblaciones vulnerables previo a las fiestas del Día de Acción de Gracias.
Distintas organizaciones de base comunitaria, organizaciones sin fines de lucro y hasta centros universitarios permitieron que el evento —que convocó el Senado— se convirtiera en un oasis de apoyo para estas personas, con iniciativas tan simples como: un recorte de cabello personalizado, un plato de comida caliente, la entrega de artículos de higiene y diversas pruebas médicas.
A Maritza Pérez, profesora del Liceo de Arte, Diseño y Comercio de Caguas, le brillaban los ojos mientras recortaba el cabello blanco de una mujer, quien lucía a gusto y complacida con el cambio de ‘look’ que recibía.
“Siempre les enseño a los estudiantes que tenemos que dar para recibir y muchas veces en belleza la gente piensa que es un lujo, pero yo entiendo que es necesidad. Si nos sentimos bien físicamente nos vamos a sentir bien emocionalmente. Muchas veces en estas actividades les traemos alegría a los pacientes y a las personas que están participando”, comentó Pérez a EL VOCERO.
Las sillas para recortar personas estaban todas ocupadas y los estudiantes de cosmetología y barbería, dirigidos por Pérez, no paraban de trabajar y dar la mano a la ciudadanía. De igual forma, la profesora dijo que una persona paciente de Lupus —que acudió al evento— le expresó que antes la habían discriminado por su condición en un salón de belleza.
Ayuda incondicional
“Siempre les digo a los estudiantes, que aunque sea en calidad personal, que busquen hospitales, personas encamadas y a los más necesitados, y los ayuden. Esto les da valor a ellos mismos”, abundó.
El testimonio de Eduard Rosado Torres, quien lleva un mes viviendo el Hogar Crea distrito de Bayamón, fue muy distinto. Desde su experiencia, el joven pidió apoyo al gobierno para que mediante el bienestar del hogar y sus instalaciones, su proceso de rehabilitación sea más llevadero.
“No cambio el hogar por la cárcel”
Otro que participó del evento “Un abrazo de Acción de Gracias” fue Rafael Acosta, de 34 años y quien vive en libertad bajo palabra en el Hogar Nueva Vida, en Gurabo. “La experiencia ha sido única; no cambio el hogar por la cárcel. He hecho las cosas bien, por algo estoy aquí. Celebro este tipo de actividades que pueden beneficiar a otras personas. Yo no llegué a deambular, pero estuve haciendo las cosas mal cuando estuve en la calle”, comentó.
La organización Iniciativa Comunitaria —que en el pasado fue dirigida por el ahora senador independiente José Vargas Vidot,—ofreció pruebas de detección del VIH a más de 20 personas e intercambio de jeringuillas.
Samuel Casillas, manejador de casos clínicos y enfermero de Iniciativa Comunitaria, opinó que la prevención a nivel del Departamento de Salud, para atender condiciones como el VIH, es escasa. “La prevención hace escasamente dos o tres años se ha visto bien deteriorada”, dijo.
Al concluir el evento, el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, aprovechó para llevar un mensaje a los participantes sobre lo afortunado que es Puerto Rico como pueblo, a pesar de la experiencia vivida el pasado año tras el paso de los huracanes Irma y María.