Publicado el 23 de diciembre de 2014 | Primera Hora
Jorge J. Muñiz Ortiz | Agencia EFE
Otro objetivo del proyecto es que cada uno de los 78 municipios tenga alguna cafetería que implante el programa y que no solamente sea para ofrecerle un café a alguien, sino también bocadillos.
Alrededor de cuarenta cafeterías puertorriqueñas se han unido al movimiento internacional “Café Pendiente”, que tiene como propósito ofrecerle gratis esta bebida a cualquier persona sin medios.
Caficultura, en el casco histórico del Viejo San Juan, es uno de los establecimientos que apoyan la iniciativa que comenzó en 2008 en Italia con el nombre de “caffe sospeso” y que se ha extendido a España, Argentina, Chile, México, Colombia y Costa Rica, entre otros países.
La administradora del establecimiento, Tamara Sosa Pascual, señaló hoy a Efe que Caficultura, ubicado en la Calle San Francisco, decidió unirse al proyecto tan pronto se puso en marcha a través de la organización Iniciativa Comunitaria en marzo pasado, porque, dijo, la filosofía de la empresa es de “responsabilidad social”.
“Para nosotros ha significado respirar un poco más de positivismo y compartir con las personas que la gente no quiere mirar”, dijo Sosa Pascual.
El caso histórico del Viejo San Juan es el lugar en Puerto Rico más visitado por los turistas que llegan a la isla, pero también el hogar para una gran cantidad de personas sin hogar, grupo que en la isla ronda las 27,000 personas.
Definió el proyecto como “estupendo e increíble”, ya que como dijo la dinámica que llevan a cabo los empleados con las personas a las que se les obsequia un café “puede cambiarle el ánimo de cualquier persona”.
Caficultura, que se estableció hace cinco años en medio de la recesión económica que sufre la isla, emplea a 25 personas y se especializa en preparar desayunos con productos locales con el fin de inculcar entre los turistas lo que se produce en Puerto Rico, según señaló Sosa Pascual.
Por su parte, la coordinadora del proyecto “Café Pendiente” en Puerto Rico, Karem Pérez, recordó a Efe que la propuesta de implantarlo en la isla surgió a iniciativa del director de la organización local Iniciativa Comunitaria, José Vargas Vidot.
“No queremos que esto solo se concentre en personas sin hogar, sino también en personas que no tengan el dinero para comprar el café”, señaló Pérez.
Mencionó que algunos de los primeros establecimientos en implantar la iniciativa en la isla fueron La Chiwinha, en el distrito sanjuanero de Río Piedras, y la furgoneta de “tripletas” (reconocido sandwich de tres carnes) en La Cambija, en Bayamón, ciudad aledaña a San Juan.
“La idea era tener un emblema de todos estos comerciantes para que el público en general lo pudiera reconocer de manera rápida. Nosotros queríamos que se replicara de la misma manera que en los otros países”, resaltó.
Dijo que otro objetivo del proyecto es que cada uno de los 78 municipios en Puerto Rico tenga alguna cafetería que implante el programa y que no solamente sea para ofrecerle un café a alguien, sino también bocadillos.
“Cada negocio tiene sus propias reglas. La esencia es hacer un acto solidario y hacer bien sin mirar a quien”, resaltó Pérez sobre la propuesta que requiere solamente llenar un corto formulario y publicarlo en la lista de los locales participantes en la página de facebook “Café Pendiente Puerto Rico”.
“Nuestro interés como organización comunitaria es consolidar estos esfuerzos y lograr que más establecimientos se unan”, subrayó Pérez.