…las rondas ya son pan de vida.
Anoche la tormenta, que es un fenómeno atmosférico, se disminuyó ante la solidaridad, que es un fenómeno celestial. El amor salió a examinar la tierra y bendijo a su paso a todo el que de pan carecía. Secó cuerpos mojados por las inclemencias de la indiferencia y curó úlceras que maceran el alma.
Y las lluvias pensaban que dominaban, pero la ternura al viento doblegaba y el amor caminó como dueño y abrazó como niño. Anoche salieron las brigadas de estrellas en Caguas, en San Juan y en la tierra, y los Reyes siguen llegando a Belén.
Gracias Recinto pa’ la Calle, Operación Compasión, Curitas pal barrio y los demás (equipo de Preronderas) que con tanto amor prepararon las tiernas semillas que sembraron paz en el barrio.
Anoche don Roberto, el de la Lotería, profeta mayor de la alegría, en medio de su algarabía, ratificó que en el amor se hace cría y exclamó vociferando que de sandunga se trata la vida. Rondas nocturnas, que paz tan profunda le das al corazón aturdido. Ya esto va cogiendo ribetes de evangelio.
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Este escrito nace el 14 de octubre de 2014, luego de la ronda nocturna especial organizada por los equipos de ronderos durante el paso de la tormenta Gonzalo para atender las decenas de personas que viven en la calle. El temporal no produjo grandes estragos, pero si trajo mucha lluvia, lo cual complica las precarias condiciones de vida de los sin techo. Mientras tanto, los refugios nunca abrieron.
Las rondas nocturnas brindan alimentos, curaciones y entrega de kits de prevención a personas sin hogar y consumidores de drogas del área metropolitana durante las noches.