Publicado el 15 de julio de 2015 | Puerto Rico Te Quiero
Por Sara Justicia Doll
En medio de la debacle económica que vive el país, la crisis en el erario público, las organizaciones sin fines de lucro y de base comunitaria se enfrentan a un panorama que les exige creatividad. Deberán procurar nuevas maneras de operar, potenciar al máximo su capacidad de innovar, olvidarse algo de los fondos gubernamentales –que tradicionalmente estaban de una u otra forma disponibles– y buscar nuevas formas de financiamiento.
En ello coincidieron dos derigentes de organizaciones de base comuniatria de reconocimiento nacional: el doctor José Vargas Vidot y la licenciada Amárilis Pagán.
Para ellos, como para otros líderes de los movimientos de base comunitaria, es momento de cambios y de dejar a un lado los modelos convencionales.
Para el proyecto Matria esto no es nuevo, al menos desde el del 2008, según su Directora Ejecutiva, Amárilis Pagán.
“Durante la administración Fortuño, las prácticas contra Matria eran tajantes, pensaron que nos iban a silenciar. Nos excluyeron de actividades gubernamentales. Si no asumías una posición de subordinación, si no orabas, si no eras homofóbico o homofóbica o fundamentalista pues no tenías oportunidad. Verdaderamente eso no es un gobierno que preste un buen servicio al país”, expresó Pagán a PRTQ.
Dicha marginación ideológica, que repercutió en un impacto adverso en cuanto a los fondos gubernamentales disponibles, la empujó a iniciar un proceso para desligarse del dinero estatal. Su objetivo: mantener su independencia de criterio. Así que en Matria comenzaron a nacer iniciativas de empresariado social que promueven servicios, bien social y a la vez generan ganancias.
“Tenemos dos empresas sociales bien pequeñitas. Estamos lejos de generar lo que necesitamos, pero ese es el camino que hemos elegido. Ojalá muchas organizaciones siguieran ese camino. Una de estas es el Instituto del Género y Educación Avanzada, una pequeña empresa de servicios de educación continua para profesionales y adiestramientos a empresas privadas. Los trabajadores sociales, profesionales de la psicología toman sus cursos y pagan por ello, también empresas privadas. La segunda empresa es Las Matrias, donde se venden productos y servicios elaborados por las participantes de Matria. Por el momento tenemos productos de costura y alimentos, así como servicios de masaje y cuidadoras¨, explicó Pagán.
La directora de Matria afirmó que el Estado debe hacer un análisis de prioridades. No todas las organizaciones sin fines de lucro cubren necesidades básicas como lo son el alimento, la vivienda, la seguridad y la salud. Pagán no incluye la educación, porque entiende que esta debe ser garantizada por el gobierno a través del sistema público de instrucción.
“La lista de prioridades hay que hacerla, porque es una realidad que los fondos no darán para todos”, subrayó la líder de Matria, quien además es abogada y ha participado en iniciativas comunitarias y multisectoriales dirigidas a erradicar la violencia hacia las mujeres y hacia otras poblaciones vulnerables como la LGBTTQ. También ha trabajado intensamente en el desarrollo de modelos comunitarios para la incubación de microempresas y otras actividades de desarrollo económico comunitario.
Plan de Contingencia en Iniciativa Comunitaria
El doctor José Vargas Vidot, director ejecutivo de Iniciativa Comunitaria, ha establecido un plan de contingencia en la organización que se compone de cuatro pilares: el autosostenimiento, el ahorro, la búsqueda de fondos alternos no tradicionales y eventos de recaudación de fondos. Este plan fue adoptado también durante la administración Fortuño.
Iniciativa Comunitaria está trabajando para facturar por servicios de desintoxicación, evaluaciones de salud mental, educación, consultoría. En términos de ahorros han identificado todo aquello que pueden reusar. También crearon un comité de propuestas y desarrollo así como uno de investigación y otro de legislación de política pública.
“Estamos ampliando el plan de contingencia, hemos congelado plazas, hemos hecho mudanzas, eliminamos los lugares donde estábamos alquilados, procuramos que nuestras instalaciones sean edificios verdes¨, agregó Vargas Vidot.
A más de 20 años de su fundación, Iniciativa Comunitaria y el doctor Vargas Vidot, junto a un gran número de voluntarios y colaboradores, impulsan una política pública inclusiva, sensible y comprometida con promover una mejor calidad de vida, convivencia saludable y armoniosa entre personas que sufren exclusión social.
Se estima que en Puerto Rico existen 11,570 organizaciones que proveen servicios de salud, educación, rehabilitación, recreación y desarrollo económico. De ellas, un sector se agrupó en el Movimiento Uno Sola Voz que dio una intensa lucha por salvar los fondos públicos destinados a las organizaciones sin fines de lucro (OSFL).
De los fondos destinados a las OSFL, la Legislatura honró cerca del 100 porciento otorgado el pasado año, pero se mantiene una gran incertidumbre sobre su vigencia para el futuro.